Pareciera que la frase
de María Antonieta de Austria, reina de Francia y esposa de Luis XVI “Si
no tienen pan, que coman pastel”, cobró vitalidad el día de hoy en el Concejo
Municipal de Quetzaltenango.
En medio de la
pandemia del COVID-19 y ante las recientes restricciones de parte del presidente
de la República; el Alcalde y Concejo Municipal de la ciudad de Quetzaltenango,
celebraban íntimamente, el 496 aniversario de fundación de la ciudad.
El actuar del Alcalde
Municipal y del Concejo deja mucho que desear, pues por mucha alegría que se
tenga por la festividad, no era el momento adecuado ni oportuno para
realizarlo. No fue prudente, en medio de las banderas blancas que “adornan” las
principales calles del municipio, clamando por pan para llevar a sus mesas. Decían
los abuelos “no hagan cosas buenas que parezcan malas”, y el mensaje enviado por
las autoridades fue nefasto, quizá sin el ánimo de hacerlo.
Las autoridades han
demostrado que están muy lejos de cumplir el rol protagonista dentro de la
ciudad, pues mientras se hacían largas filas y aglomeraciones en distintas
zonas de la misma, en las llamadas tiendas de barrios, ellos disfrutaban de un
trozo de pastel. Mientras la gran mayoría de personas buscaban pan para su
alimentación, ellos comían pastel.
Es necesario retomar
el camino. Quetzaltenango merece autoridades competentes que velen por el bien común
de sus ciudadanos; un gobierno municipal que se esmere por recuperar la tacita
de plata de antaño, que mejore calles, servicios, accesibilidad, promueva el
arte y el deporte; de un Concejo pro-activo que tenga la capacidad de construir
un futuro mejor y que no sea simplemente un club social.